Eso que tanto anhelas... Paz

¡Hola!

¿Cómo te va? Oye… ¿Te ha pasado mantener una preocupación tanto en tu mente al punto que se hace física y puedes percibir como poco a poco te enferma? Literalmente, sentir que te enfermas al punto de que tu cuerpo te dice a gritos que no puede más. Sientes que te pesa el aire que entra en tus pulmones, te sientes cansado & de cierto modo a veces hasta te cuesta respirar… pareciera que la vida te estuviera cobrando por todas esas veces que no la aprovechaste por estar tan enfocado en solo pensar, Envuelto en preocupación, sin darte cuenta la has dejado de vivir…

Y si pasa… que nuestra mente a veces nos gana. El querer “saber” nos desgasta… el querer saber el ¿por qué?, el ¿cómo?, el ¿dónde?, el ¿hasta cuando?, el ¿cómo empezó?, el ¿por qué lo permití?, el ¿por qué aún me afecta?, el ¿por qué me sigue doliendo?… Y justo en ese momento, te das cuenta de que tú mismo te has hecho prisionero en la cárcel de tu interior. ¿Y como salir? Hay muchos que por ahí dicen que cuando se toca fondo será el momento en que finalmente la firmeza de la tierra te empujará a salir adelante… pero es que esta caída lleva tanto… tanto dolor, tantas noches sin dormir, tantas decepciones, tanto tiempo… llevas tanto en esta caída que pareciera una caída libre sin fin, donde solo piensas lo difícil que será algún día volver a ver un poco de luz…

Y a veces pasa que te levantas un día... y te sientes mejor, es más, “eso” que te angustiaban ni siquiera lo recuerdas… Y de repente el miedo vuelve otra vez… de la nada, después de un día, o unas semanas sin acordarte de “eso….” Regresa de nuevo… la duda, el miedo, ese temor que te estremece hasta lo más profundo. Y suspiras… tomas aire de nuevo, & te recuerdas que Dios es bueno. Y te levantas, & te recuerdas que ya antes fuiste inmensamente feliz, te recuerdas que puedes volver a serlo, te recuerdas que el tiempo pasa & las heridas sanan, te recuerdas que Dios le da las batallas más grandes a las personas más fuertes. Y entonces finalmente encaja, & en lugar de platicarle a Dios de tus problemas & tus miedos, te levantas en las mañanas y le platicas a tus problemas y a tus miedos que tan grande es tu Dios… Y entiendes que está bien sentirse un poco roto, pero que eso no te define, porque Dios te creo totalmente entero, te regalo un corazón bueno, & una mente con una conciencia noble, & agradeces no ser como esas personas que alguna vez te lastimaron… Y sigues tu vida, y finalmente el aire se siente ligero otra vez & le vuelves a verle colores a la vida, a esa vida que es tan bella... A esa vida con tantas cosas hermosas. Te das cuenta de que la vida, que parecía te castigaba por no vivirla, poco a poco te sonríe & te llena nuevamente de luz, de felicidad, & de eso que tenías tanto tiempo añorando… paz…

Mi amado amigo, no permitas que el miedo te paralice. La única manera de mejorar es tomando acción. Y es aquí donde empiezas a retomar tu poder, porque es aquí donde tú eliges la manera en la que lo vas a hacer. Sé que puedes, eres capaz, tienes todo lo que necesitas para empezar, cree en ti, ¡eres ya el héroe de tu historia!

Con todo mi Meraki para ti…

Bibi Tovar